lunes, 18 de mayo de 2015

La foto grupal

La verdad es que uno nunca se termina de sorprender.
Hace unos días, María Eva, la flamante directora de la escuela, me comentó que iba a pasar un fotógrafo por los salones y después iba a hablar conmigo. Como todos los años los chicos se toman la foto grupal y hace un tiempo, al anterior fotógrafo se había retirado del rubro, no me extrañó que viniera a la escuela alguien en su lugar. Le dije que no había problemas y que venga por secretaría cuando quiera, sólo que me avise cuándo, así evitábamos pérdidas de tiempo y desencuentros.
Los días pasaron, podría decirse que tranquilos y empezamos a concertar la fecha de la cita con el fotógrafo. Tres o cuatro desencuentros después, allí estábamos sentados en la secretaría. Marcos Legaspi, el fotógrafo en cuestión, traía un bolso deportivo y un maletín de computadora consigo.Saludándome muy cortés, demasiado para mi gusto, me contó de su trayectoria impresionante. Para ser sinceros, no me cuadraba la cantidad de años de oficio con los años de edad que tenía Marcos pero bueh, no quedaba más alternativa que escucharlo y seguirlo. "Mire Viñales, para ir ganando tiempo, ya pasé por los salones y estuve sacando a los chicos fotos y le puedo decir que los resultados fueron increíbles. Ya les saqué a la mayoría de los chicos que me interesaban y me quedaron pendiente dos chicas del turno mañana que están faltando. " me decía Legaspi gesticulando cada palabra como si yo fuera sordomudo o estúpido o me encontrara a cien metros de él.
No me cerraba la parte en que Legaspi mencionaba que sacaba fotos en forma individual siendo que su trabajo consistía en hacer una foto grupal, pero a lo mejor era una muestra para mostrar sus habilidades como fotógrafo. Sacó su computadora y me mostró las fotos de los chicos. Era rara la sensación que daban las fotos. No estaban todos lo chicos retratados y la mayoría tenía un gesto triste o ambiguo, y mirando de frente como si se tratara de una foto de documento grandota. La calidad en cambio, era envidiable. Inmediatamente, sacó unas remeras blancas con unos rectángulos del tamaño de una cara natural y debajo de ello se leían frases como "JUSTICIA", "NI UNA VICTIMA MAS", "BASTA" y cosas por el estilo. "Legaspi, ¿qué significa esto?¿Qué son estas remeras?"
"Viñales...¿en qué país vive? No sabe que cada día desaparece un chico en el país o es víctima de un accidente o un homicidio? Con los tiempos que corremos hay que estar preparados y es bueno contar con las fotos antes que pase algo grave. Sino después la gente en el apuro agarra cualquier foto y no se entiende por quién se está marchando y el espíritu de la protesta se diluye por no ser previsor. Así que tengo para ofrecerle mi servicio. Cien remeras a 5000 pesos. Si son todas con la misma cara le hago un descuento.Imagínese Viñales, encima del dolor si los padres tienen que ponerse a hacer remeras les sale un fangote y entre nosotros, quedan horribles..."
"¡Pero Legaspi!¡Digame que lo que me está ofreciendo es una gran joda y hay una cámara filmando todo esto! ¡Es increible lo que me propone!" le dije al borde del grito.
"¡Pero Viñales! Le estoy ofreciendo la solución antes que pase el problema y así me trata...Además le hago precio porque como verá cuento con un sistema de selección en los que solo fotografío a los chicos con más posibilidad que sean sustraídos o que cuenten con medios para llevar a cabo una protesta. Se imaginará que no vamos a sacarle fotos a un negrito que no le interesa a nadie. ¿Para qué? ¿Para sumarle gastos a la familia? Ni hablar, no es mi intención aprovecharme de nadie. Además los chicos negritos me llevan más toner en las impresiones y es plata que no se recupera.Entonces Viñales, ¿vamos para adelante con las fotos?" me dijo mientras extendía la remera que decía "Justicia X ....." sobre su pecho.
Le agarré las remeras y se las tiré a la mierda. Lo saqué a patadas en el culo y el portero me agarró para que no haga locuras. Legaspi juntó sus cosas y me señalaba masticando las palabras juicio e injurias. Casi saliendo de la escuela, María Eva lo cruzó y Legaspi le dijo algo que no alcancé a escuchar, pero que fue suficiente para que María Eva me mirara con desaprobación.
"¡Vaya Legaspi! ¡Hay gente que no va a entender nunca! Llamemé a casa y hablamos más tranquilos." dijo María Eva.
Otra vez se venía el pico de presión.
y van...