jueves, 9 de abril de 2015

Se viene el 25 de Mayo. Recién empiezan las estupideces.

No tengo más vida privada.
El celular se llena de mensajes preguntando cosas como "¿cuántos alfajores hay que comprar para el acto? ¿Al abanderado le regalamos algo? ¿Invitaron al intendente? ¿Y al gobernador?" por citar sólo las preguntas más coherentes.
A las tres de la mañana me llamó la directora para contarme que estaba estresada y no le salía el discurso.¿Estresada? Si parte del presupuesto 2013 fue para clonazepan y rivotril. No sé por qué se estresa si se va al acto de la Unidad Básica "Paz y Progreso" y pasa parte de enferma.
Me puse a repasar las actividades por enésima vez y me sorprende que a esta altura del partido se le pidan 50 pesos a cada chico para comprar tortas y postres para vendérselos a los padres de los chicos.¡Es increíble!
Se vendieron los números de una rifa de un televisor y la plata recaudada se jugó a la quiniela, si llegaba a salir favorecido el número apostado, se compraba el televisor y sobraba dinero para destapar el baño y cortar el cesped.
Lo lindo fue que lo decidió la mayoría de la comisión cuando me fui a sacar la fotocopia del registro en votación simple a mano alzada.¡ Hasta el acta estaba redactada!
Me empezó a temblar el ojo izquierdo cuando la octava vocal estaba falsificando mi firma. "Total la mayoría está de acuerdo" dijo la imbécil.
Hice un hondo silencio...
Tragué fuerte.
Cerré el libro y desperté de nuevo en la guardia del Italiano.
Por suerte ya pasó el 25 de mayo...al menos eso me dijo la enfermera.