domingo, 12 de abril de 2015

el viaje a Bariloche

"¡El viaje a Bariloche es inminente y esa debe ser la única prioridad!" sentenció la vigésima vocal de la cooperadora, la señora Muriel Urréjola Glaría. "Los chicos tienen que juntar dinero ¡Y cooperadora tiene que ayudarlos!". En mi cabeza estaba armándose la irrefutable frase "Mirá Muriel, la asociación cooperadora está para ayudar a la institución escuela y no a un grupo de alumnos en un emprendimiento particular que nada tiene que ver con la escuela, así que entonces sigamos con los temas que nos conciernen.." cuando la vicepresidente dijo "¡Genial! Decile a los chicos que cuenten con nosotros. Si nadie se opone cerramos este tema y pasamos a otro tema." Empecé a pronunciar mi parlamento y todos aplaudieron la iniciativa de estas dos desubicadas.
"Pasemos a otro tema: Graduaciones" empezó la tesorera cuando arremetí a los gritos "¡Un momento señores! ¡No me parece que tengamos que apoyar ningún viaje ni ninguna graduación con el dinero de todos los padres! ¡Con ese criterio cualquier pelotudo va avenir a pedir plata y se la vamos a dar!"
Un silencio bañó el salón de actos. Desde un rincón la voz de la directora cortó el aire como una espada samurai "¡Viñales! Le recuerdo queestá en una escuela y no en un taller mecánico."
Que hija de puta...sabe que tengo un taller mecánico la hija de puta y me lo enrostra...
"Disculpe María Eva..." fue lo último que dije mientras los demás miembros de la cooperadora me miraban con asco y pena.
Ahi, justo ahí, empezó la catarata de boludeces.
"¡Hagamos bailes en la escuela! ¡Hagamos choripanes! ¡Un cine! " por mencionar algo. Hasta que llegó la voz del primer vocal, el contador Magaldi. "Juntemos un monto inicial con diversas actividades, ventas, rifas, fiestas etc, y luego ponemos a trabajar el dinero en un fondo de inversión, lo cual nos va a dar una renta mensual del 27 al 38 % y nos va a asegurar rentabilidad sin esfuerzos."
Todos, pero todos quedaron fascinados.
Dicho esto se fueron de la reunión.
Demás está decirles que Magaldi se jugó la guita en el Bingo Ramallo y acto seguido se fue a vivir a otro lado con su hijo y todo.
Los pibes se fueron igual a Bariloche.
Los padres hicieron horas extras, manguearon, se cagaron de hambre etc, pero a los chicos no se les rompió el sueño. Fueron igual.
Volvieron todos peleados.
Estoy pensando seriamente en dejar la presidencia.